Un día la natación cambió todo mi universo. Yo solía bañarme en el mar con gusto. Pero nadar en continuación no, y detestaba las piscinas. La natación me puso a prueba, dejé de fumar, me pedí más... mi cuerpo se ha ido transformando perdiéndo lastre y respira de forma nueva. Te habituas a la humedad, a los rituales deportivos, a no ver nada dentro del vaso, únicamente la calle por la que nadas. En ocasiones es el lugar donde me vacío y medito.
Encontré esta frase hace unos días -nadar y perder la ropa- en contraposición al dicho popular que significa una contradicción, arriesgarse para conservar, de qué sirve. Quien arriesga gana, pero también pierde lo que tenía. Y desnudos, casi siempre ganamos.
La imagen pertenece a Art Werger:
http://www.sfonlinearts.com/Art_Werger.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario